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Desiertos cano​́​nicos del folklore

by Domingo En Llamas

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1.
Piel de espinas, ante la amenaza agita el agua y así espera simetría entre esferas. Ya recuperada de la herida sigue sus rituales lentamente. Tarantelas de faquires y larvas resuenan en los jardines y los animales del estuario limpian su vestuario y siguen como antes, al aire se abrazan, lejanamente se oye la lluvia, su gran herrumbre, el óxido del fango. Tardan meses en las cercanías, ante la amenaza sopla el viento y así crece un gran árbol en la cima. Desaparecieron los misterios en aquellos ritos sorprendentes. Los rebaños que quedaron libres domesticarán a las fieras y uno a uno a la trampilla irán dejando el alma, las pieles, los huesos, huellas, al aire ruegos, espinas nuevas, agua en las esferas, larvas en mi herida y un vacío en el estuario.
2.
Éramos como 3 novatos y había 5 en competición, otros tocaban en bares falsos y unos odiaban el acordeón, ellos descalzos interpretaban canciones que detesto, vocalizaban las lecciones con frases que inventaban a mis espaldas. De sus iglesias robaba acordes y hacía pinturas con muestras chinas, vaciaba sus rostros en suave arcilla y las bestias siempre andaban en falda. El panorama iba mejorando, las cartas crecían en mi bolsón, hablaba furioso, en tono alto y encaré a un fugaz que me aconsejó (como corista aficionado me iba acercando a la gloria) ya no extrañaba a los que con sus manos hicieron de mi tiempo esta bomba, lanzaban flores por las ventanas, tenían que bloquearme la salida para que mi más audaz fantasía quedara inmóvil entre sus garras. Cactus en vasos de madera, desiertos canónicos del folklore, cánticos ásperos que inquietaban, que me desfasaban en un rincón, me vi frente a frente ante mis sueños cuando ya no había fantasías, por eso recogí mi entrada y me fui a vivir a la salida para crear códigos funestos, para dejarte la llama viva, solista profesional en vida y a la naturaleza maldiciendo con ganas.
3.
Todo el colorido perdido se ha ido, ruidos en el túnel, aturdido quedé, pánico en la calle que en verano se inunda y en marzo drena su fuerza hasta el manto. Carne y hierro empantanados junto al marfil, vienen decolorados y aturdidos, en cuarentena todos unidos. Toda la venganza ahora hecha alabanza se ata del cuello de un ganso cebú, ya decolorado nadie ignora su tumba y aturdido se desbocan los truenos. En falso testamento resultó la buena fe y seguí, en plástico asado convertí el marfil y felices las tormentas con tus ojos abiertos. Todo el colorido asumido que queda úsalo en millones de estampillas de seda, fiebre en las entrañas del que besa la tierra y la vida entera en tus huesos de oro. Lápiz y papel untados con su esmalte insuperable, estamos decolorados y aturdidos, en cuarentena es cuando nos amamos.
4.
Estos disparos no son fantoches de la distancia ni muestras de una ignorancia a prueba de destrucción, justo debajo de ti planea el neurótico rojo, para él una moderna y silenciosa israelí. Naranja detona el magenta que estalla al gatillo amarillo, surcos equimóticos en cada lámpara. Estas luciérnagas verdes de plástico y de hojalata salpicarán de resortes las amplias pasarelas, enormes mosaicos brillantes pulverizan nuestra velada, a ellos una granada y a sus escombros, mis monedas. Fucsia con beige, me atreví, azules descalibrados que el oscuro estruendo del infinito desprecia.
5.
Firme el firmamento sobre los timbales y crece el pulso que sujeta el ritmo. Para acelerar el paso escríbeme cartas imposibles, impías de hacer falta, guárdame acuarelas desteñidas en los víveres y bebe el agua que desde las nubes nos impacta. Quieta está la tierra y el horizonte nace y hace el recorrido de más calma. Para proteger la raza inspírate en soberbios estallidos mira que la euforia pasa, antes derrumbábamos los silos, ahora llueven cascabeles y sonajas.
6.
Fue una farsa aquel viaje a Amazonas si bien las pistas estaban en lo que avisó, solo sé que ese día especial tiene ya en reservación un espacio intercostal con una ‘x’ en marcador y un redondel que el algodón con alcohol limpió, aunque en verdad hay que aclarar que arte en matarme no debe haber. En los pasadizos hay voces que alarmadas comentan todo. Mis sorpresas terminaron con las suyas, le hirvieron la sangre y la humedad perdió el color, sin embargo la hora llegó, ahora estoy lleno de gozo, todo es hermoso y mi voluntad te libera de culpas, tú luego tranquila limpia la tina que el asesino jamás entró. Y aunque no haya invierno, el recuerdo es tierno, gran diosa.
7.
Buques de vitrales entre piedras, agua y sal visten con sus popas rojas a las arenas santas y los cangrejos se ofrecen al sol, secan sus conchas ante sus victimarios. Mientras tanto el peligro acecha bajo el mar, cientos de viscosas zonas que ahogan el alma y los cangrejos se llevan la luz que los vitrales han descompuesto en calma, para conservar la luz hacen falta ríos que la guarden. El abismo crece entre la lava y el calor, ha huido el agua, el viento y hasta la sombra arde y los niños decididos guardan tenazas y sacan corazas del sopor para decorar el fin. Demasiada luz en la nostalgia.
8.
El desierto empieza a recalentarse y los remolinos de arena se divierten ante puntiagudos cofres de arce. Nunca es espontáneo el mejor fuego del año, en él hay sueños nuevos e inviernos ya vencidos, en él hay cicatrices de estaciones que no existen y cuerpos que se baten y se niegan ante el fuego. El dominio de la fuerza destructiva va quedando atrás ante el fulgor del dorado del verano, de la angustia desmedida. ¡Tan insuperables los incendios del verano! En ellos confrontamos materiales en la luz, en ellos comprobamos movimientos al azar y formas que improvisan y resultan siempre en negro.
9.
Despavorido huye el fabuloso a hurgar en las promesas del ayer, puede que me plante frente a él y exigirle que revele normas, notas rotas y un compás mejor para mi dolor mayor, ¡Derrochemos cantos! No dejes que mi corazón descifre lo que debo hacer. La noche se detuvo al regresar la luz dormida en nuestros pechos. Despavorido huye el fabuloso a hundirse entre las ruinas del ayer, escribió una ópera en abril sobre los desmanes que ocurrieron muy cerca del infierno y yo reto al fuego en el calor, «Dios vino a salvarnos» ¡Oh! Fue mi mejor sueño, negra destrucción tardía falta. La noche se detuvo al regresar la luz dormida en nuestros pechos.
10.
Bill se cerciora que el piano tenga el la-440, dibuja un sol usando el polvo que está en la cola abierta y negra y se sienta a resumir el siglo, Bill está evitando la parte frágil porque ha creado todo, ha escupido sangre, va desfigurando al hombre sin alma que lo ve tocar hasta convertirlo en carbón, ¡Qué sabias las luces! ¡Van ensimismadas persiguiendo el orden! y hasta nuestros nervios colaboran con los ruidos. Bill teme que el final de la música esté cerca, por eso oprime cualquier furia intangible llevándonos al pozo de su origen y se sienta a desmontar los himnos, toca la fanfarria del espectro de los llantos, negro entre esas luces, blanco sobre blanco, Bill toca pactando con el cielo y el infierno de mi soledad. (Lujoso lobby que le hace al dolor) Llegó el final del acto, va ralentizando poco a poco mis funciones y hasta el más zen de los proverbios se hipnotiza.
11.
El virtuosismo azaroso se planta ante ti de rodillas, cuesta olvidar tus síncopas bestiales y tu temeroso desenlace en la cadencia.
12.
Ya se hará la gran coronación, vienen de todas partes, hoy no resucita nadie. Sombras de trébol en la madrugada sacan a relucir escándalos tras las gradas. El perdón es la riqueza fácil, las balas ya perdonadas viajan en familia e impactan entre dos. Mientras tanto y a la par de la emoción la carne actúa como celda y estrangula al corazón. Vamos a hacer la gran coronación, faltarán los desafíos, los premios y la absolución. La pasión en la supervivencia sufre de altibajos en la fase previa del ganar o del volver.
13.
El cadalso de la casa del espanto está reconstruido, lo rodean cuadros de heroínas, arte bizantino y abrigos por tejer. Busca la fe, la ignora y todo respira. La andanza en sus médanos blancos, pelvis de péndulo en barcos haciendo del sol un matiz, dunas doradas al lienzo ante el premio que madura. Demacrado, el acusado entró evaporando los platillos, el sonido ahora transformado en bronce en ebullición recobra vida. Se aferra a la fe, la alcanza y todo termina.
14.
Llegó derretido el encargo, obra destruida, vida mía nada mal y es la décima parada que hacemos acá en la prefectura civil, la militar hasta me queda pequeña, mis prontuarios bien guardados pero ¿mi nombre en dónde está? Mérito archivado, surtido está, vuelve el confundido a mostrar su palidez, ésto me ha costado la vida entera, he secuestrado a mariachis de acera simplificando el trabajo en las canchas y la petrificación del hombre sereno y pertinaz. Viene sorprendido el vicario, autodestructivo, se ha escondido en mala paz y mis registros en el sitio han borrado quizás obras maestras perfectas, tirro pintado en boca de las muñecas, parques cercados y armamento de diseño magistral, casero, artesanal.
15.
Annapurna 09:48
El más mortal de los ochomiles es más amable que el más manso de los misiles, desde tu lecho hasta la cumbre bailan tus seres preferidos y rezan tus indios celestiales con piedras preciosas en el pecho, cubriendo tu cuerpo con las nubes. Desde el techo de este mundo sales tú como chispa hominizada restaurando al corazón y sus límites hallados en el profundo alivio infinito de los brazos de la más pura pasión. Más cerca del cielo el sol sale al mediodía para darte honores y bendiciones tibias en esa creación geológicamente siniestra, llena de cristales y gemas, la única razón por la que fueron aquí puestas fue por tu visita sincera y permanente, en los brazos de las colinas donde el viento trae otros destinos, donde la brújula marca al cielo como norte y cerca del sitio inicial de la avalancha, cerca del lirio ancestral de la esperanza te llevarán tus hijos a dormir porque ellos seguirán tu marcha. Luego pondrán Los Andes en Los Apeninos, ofrendando la sangre de un indio gigante que ahora sembrado, hace el nuevo horizonte.

about

Escrito y grabado entre enero y junio de 2007 en el Barrio Chino, Baruta, Caracas, Venezuela.

Mezcla masterizada realizada en Estudio Classic, Caracas, Venezuela.

Canciones, producción, instrumentos de cuerdas, teclados y voces por José Ignacio Benítez.

credits

released July 25, 2007

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Domingo En Llamas Caracas, Venezuela

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